EL TELETRABAJO EN ESPAÑA

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación unidas a los cambios producidos en la organización del trabajo, han provocado una importante transformación en la manera de trabajar.

La globalización demanda este cambio y la tecnología lo permite. Las empresas pueden localizarse en cualquier lugar del mundo, y las estructuras organizativas se flexibilizan.

Una de las principales manifestaciones de estos cambios organizativos es el teletrabajo.

Podemos definirlo como un nuevo sistema de organización del trabajo en el que la persona trabajadora desarrolla una parte importante de sus tareas fuera de la empresa y por medios telemáticos.

Los sistemas de conexión remotos, las mejoras de las comunicaciones, el cambio de mentalidad de muchas empresas que empiezan a ver el teletrabajo como un ahorro de costes, o la percepción que tienen muchos trabajadores de que esta modalidad mejora la calidad de vida, son algunos de los factores que están propiciando el avance de esta forma de trabajo.

 

Esta práctica comenzó a utilizarse en EE.UU. en el año 1994, con un ensayo de la empresa AT&T en el que participaron más de 30.000 empleados.

Actualmente, en este país representa el 15% de los empleados.

 

En España, las empresas empiezan, tímidamente, a permitir el trabajo desde casa, aunque como fórmula parcial o esporádica, puesto que representa, solamente, entre el 5 y el 8% de los trabajadores, lejos de otros países europeos como el 17% de Finlandia o el 26% de Holanda.

 

El teletrabajo se presenta, por tanto, como un nuevo sistema organizativo del empleo que reporta una serie de ventajas indudables ya que:

  • Puede ser una salida profesional para personas con dificultades para desplazarse
  • Permite un horario laboral más flexible, mejorando la conciliación entre la vida laboral y familiar
  • Ofrece más autonomía y control sobre el propio trabajo
  • Elimina o reduce los desplazamientos, con el consiguiente ahorro en tiempo (llegando, en algunos casos, a 216 horas al año) y dinero
  • Permite elegir el lugar de residencia sin tener en cuenta la ubicación del trabajo o empresa

 

Para el empleador reporta ventajas tales como:

  • La reducción de costes, tanto de productividad como de infraestructuras
  • Facilitar la contratación de personal, al desaparecer las limitaciones geográficas
  • Incrementar la productividad

 

Estudios y proyectos llevados a cabo en nuestro país han demostrado que, en muchos casos, se puede mejorar la productividad hasta en un 70%, mejorar la calidad en un 40%, y más del 80% de los teletrabajadores consideró que su capacidad de organizar tiempo y trabajo es ahora mayor.

De cara al empleador, estos estudios demuestran que el teletrabajo puede suponer para la empresa un ahorro anual de 1.200 euros por trabajador.

Por otro lado, no requiere una gran inversión. Apenas, un ordenador y una conexión a Internet.

A partir de aquí, las necesidades específicas de cada profesional variarán en función de su actividad.

 

 Entonces, a la vista de lo expuesto, ¿por qué en España (en teoría, país tecnológicamente avanzado) no sólo es insuficiente sino que, además, nos encontramos con grandes dificultades para su implantación?

Es evidente que, en nuestro país, queda un largo camino por recorrer para situarse al nivel de otros países europeos.

La mayoría de expertos en la materia consideran que se debe principalmente a la cultura empresarial establecida y al predominio de la economía industrial en el tejido productivo. En España es necesario dar el salto definitivo de la economía industrial a la economía del conocimiento.

 

En países como Suecia hay directivos que, a las tres o cuatro de la tarde, han terminado su trabajo y se van a casa.

La gente los envidia, piensa: “Qué bien hace su trabajo que puede marcharse antes”. En España, si una persona sale a las cuatro no se le considera eficiente, sino poco comprometida.

Por otro lado, la falta de regulación sobre la materia tampoco ha beneficiado. Aunque con la nueva Reforma Laboral llevada a cabo en 2012, se abre la puerta a su regulación.

 

Por tanto, trabajar desde casa no significa trabajar en pijama.

El teletrabajo es posible, sí, pero para su éxito requiere empleados motivados que sepan organizar su tiempo, objetivos claros y superiores capaces de coordinar y evaluar.

Se debe asegurar la calidad, la cantidad y las fechas. La evaluación de las tareas y los plazos han de ser más estrictos.

 

Esta nueva forma de organizar el trabajo apunta a ser el futuro de las relaciones laborales en la empresa, aunque en España, no parece formar parte de un futuro cercano.

3 Comentarios

  • Hola, yo soy teletrabajadora, y a pesar de que el porcentaje de teletrabajadores en España dista mucho del de países, lo cierto es que el impacto de la crisis ha provocado que de forma indirecta, cada vez más empresas estén mostrando interesadas en ofrecer esta posibilidad a sus trabajadores. Yo pienso que con empleos de teletrabajo lo más difícil es poder gestionar el tiempo y que nuestro jefe reconozca el trabajo realizado. Yo estoy dentro de ese pequeño porcentaje que desempeña un teletrabajo, y para mi es sensacional. Puedo estar mucho más en casa y para la relación con mi familia ha sido estupendo. Os voy a dejar una web con un software que me han instalado en la empresa que nos ha ayudado mucho a gestionar mejor el tiempo y tanto mi jefe como yo podemos ver la productividad real de mi trabajo y ello me anima a realizar las gestiones mucho más tranquilamente, sin presiones ni estrés. Ojalá más gente tuviera mi suerte en un tiempo de tanta crisis como este. http://www.workmeter.com Saludos.

  • Hola Carmen !!

    Gracias por tu aportación al Blog y por compartir tu experiencia.

    Estoy de acuerdo en relación a los datos que comentas. Es cierto que, en España, no es una modalidad de empleo demasiado implantada, quizás por la mentalidad, tanto de empleados como de empleadores.

    La de los empleadores, en el sentido de no poder controlar que hacen los trabajadores y si realmente producen lo que deberían.

    La de los empleados, en fin, que todos sabemos como somos (sin ánimo de generalizar).

    No es mi caso. Me refiero a teletrabajar, aunque sí hay casos en la empresa en la que trabajo. Pero un pequeño porcentaje.

    Por eso me parece muy útil tu aportación, dando a conocer herramientaas que permiten conocer la productividad de cada teletrabajdor y que permiten valorar su rendimiento.

    No obstante, ésta no deja de ser, en mi opinión, una cuestión de confianza y profesionalidad. Si cada parte hace lo que profesionalmente se espera de ella, no debería haber diferencia entre ambas modalidades.

    Con el beneficio añadido que supone, en el caso del teletrabajo, la mejor conciliación de la vida laboral y familiar, ahorro de gastos y tiempo en desplazamientos, menos estrés motivado por lo anterior, etc.

    Un saludo !!

  • En mi opinión el teletrabajo es un hecho, el problema es la mentalidad de la vieja empresa Española. Lo único que hace falta es una concienciación real de las bondades del teletrabajo ayudada por un impulso del Gobierno central. Las herramientas están ahí, sólo queda explicar cómo usarlas.

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