El mundo de la publicidad ha venido evolucionando a pasos agigantados desde el momento mismo de su origen. En la actualidad, donde estamos cada día más acostumbrados a los anuncios interactivos que emiten por televisión, o a los “personalizados” SPAMS que recibimos habitualmente en nuestros correos electrónicos; nos preguntamos cómo será la publicidad del futuro.
Si bien es cierto, que la publicidad solo es una pequeña fracción de lo que una estrategia de marketing exige, suele ser la más impactante y visualmente más atractiva, lo que la convierte en un elemento clave para la supervivencia comercial de las empresas a nivel mundial.
Los grandes expertos y gurús tecnológicos se han aventurado a dar la visión que ellos tienen sobre este futuro, lo que voy a presentar en este artículo son unos sistemas publicitarios tan novedosos que todavía están en fase de desarrollo, y que solo hemos podido percibirlos en películas de ciencia-ficción que jugaban con el tema.
El mejor ejemplo lo encontramos en los anuncios personalizados usando un lector de retinas, que el director Steven Spielberg nos presentaba en la película del año 2.002 “Minority Report”. A lo largo de varias escenas de este film se daba una imagen de unos anuncios personalizados a cada consumidor.
- En una de ellas se ve como un lector de retinas va leyendo el perfil de cada viandante y le lanza ofertas y anuncios atendiendo a este supuesto perfil, llama al interesado por su nombre y le muestra modernos comerciales de productos que mejor se podrían adaptar a las características o gustos de este posible cliente.
- En otra de las escenas vemos como al entrar en una tienda de GAP, donde el supuesto individuo ya debió adquirir productos en una ocasión anterior, se le personaliza la atención al cliente hasta la máxima expresión; se le pregunta por el estado de satisfacción por las últimas prendas adquiridas de la marca, se le presentan ofertas que podrían interesarle,…
Estas escenas las podéis ver en el siguiente video que las recopila:
No cabe duda de que los sistemas presenados en el film son de carácter futurista, pero la pregunta que se plantea entonces es… ¿será éste el futuro de los anuncios publicitarios?, ¿es la personalización total al cliente una buena estrategia, o bien, la pérdida del libre albedrío y el placer en sí de comprar, pueden suponer un perjuicio más que un beneficio para la empresa?
Todas estas dudas no se podrán responder hasta que se implanten estos ingenios, si es que finalmente lo hacen. Lo que quiero resaltar es que los mismos ya están en camino.
Existen varios proyectos que se asemejan bastante a lo que la película aventuraba; ya que, por ejemplo, en el hotel “The Venetian”, en la ciudad estadounidense de Las Vegas, ya hay anuncios de este estilo gracias a tecnología de pantallas de la marca NEC y la integración de un software específico de Intel; se consigue reconocer el perfil boimétrico (nariz, ojos,…) del viandante que pasa cerca del anuncio, pudiendo éste distinguir el sexo y la edad de quien está delante y lanzando a continuación un anuncio u otro en función del perfil del usuario; evitando así emitir anuncios de bebidas alcohólicas si hay niños delante, o bien personalizando el producto anunciado en función de la edad y sexo del interesado, etc.
Otro destacado ejemplo en este sentido se produce de nuevo en EEUU, donde están probando un nuevo e interesante sistema en algunos grandes centros comerciales del país; el cual se dedica a rastrear la señal de wifi de los dispositivos móviles de los clientes, para poder hacer un seguimiento del recorrido que estos realizan dentro del mismo y así poder estudiar sus hábitos o comportamientos de compra.
Estos nuevos ingenios tecnológicos ya están aquí, y es muy probable que en no demasiados años se comiencen a implantar de forma habitual, lo que cabe preguntarse ahora es hasta que punto estos sistemas respetan nuestro derecho a la intimidad y la privacidad de nuestros datos. Una controversia siempre presente cada vez que se implanta algún nuevo sistema que trata de recabar datos de juestro perfiles privados.
