El plan de empresa, elemento imprescindible para el emprendedor

En nuestra experiencia formativa ya llevamos años de trabajo con emprendedores, realizando seguimiento de proyectos y ayudando a nuevos/as empresarios a organizar su salida al mercado.

En este post os comentamos los principales errores en la fase de salida, relacionados la mayoría, con no haber planteado un buen plan de empresa.

El plan de empresa es ese documento imprescindible para un emprendedor, que además de sentar las bases de su negocio ante una posible presentación formal del mismo, también ayuda a modelar todas las ideas para dotar del necesario equilibrio al proyecto empresarial en ciernes.

Los principales errores que suelen cometerse son de falta de análisis, y están relacionados con prisas por empezar la actividad,  falta de concreción en el modelo de negocio y detalles clave que determinan la estructura de costes.

emprendedor redactando su plan de empresa

Errores principales a evitar

¿Existe mercado?

¿Tengo claro mi cliente objetivo? ¿sé a quién me dirijo? ¿Existe una comunidad de potenciales consumidores de mi producto o servicio que justifique la apertura de mi negocio?

Todas estas preguntas se deben realizar con antelación y en paralelo al cálculo de ingresos y costes. Fiarnos de intuiciones y buenos augurios no hará sino hacer que nos estrellemos. Cuidado con las franquicias, sus dosieres siempre están hinchados, especialmente en negocios innovadores con poca implantación.

Previsiones de ventas

En muchos de los proyectos que hemos visto durante años, las previsiones de ventas eran irreales y sin fundamento. Para poder establecer un nivel de ingresos que iguale (al menos) los costes en los que vamos a incurrir debemos trabajar con datos, los más fiables posible. Ventas históricas si ya hemos trabajado en el sector, datos de la cámara de comercio, estudios de mercado, etc…

Estructura de costes

La recomendación es que sea lo más flexible posible (cuantos menos costes fijos mejor) y que antes de comenzar la actividad tengas a tus proveedores testados. Empezar a trabajar con fabricantes y que luego resulten no ser competitivos te hará perder tiempo y dinero.

Piensa en que todo lo que vayas a invertir debe aportar algo a la empresa y justificar un retorno, por lo que ajusta bien tus inversiones en bienes, y valora soluciones flexibles: alquileres, renting, etc…

Plan de Empresa

Todos los apartados que se deben consignar para plantear un plan de empresa y que por tanto te recomendamos pensar bien y estructurar coherentemente son:

  • Introducción de la idea. Haz un resumen para una posible presentación a inversores, o poderla presentar a premios u optar a subvenciones.
  • Estudio y análisis de mercado. Si es positivo, en él encontrarás la respuesta afirmativa para seguir adelante. Si existe un mercado y clientes potenciales, sigue avanzando.
  • Porfolio de la compañía. Decide con qué productos y/o servicios comenzará tu andadura. Escoge los más rentables y sencillos de implementar con tu estructura de inicio.
  • Modelo de negocio. Es la clave de todo. Se trata de definir cómo conseguirás tus ingresos. A veces es sencillo de definir, por ejemplo ‘venta directa de x productos’ otras es más complicada, sobre todo si hablamos de servicios o de productos ligados a internet, en los que se puede cobrar por suscripción, por comisiones, etc…
  • Administración. Define tus necesidades administrativas y si las vas a externalizar. Piensa en la rentabilidad de tu tiempo, lo lógico es ganar dedicando más tiempo a tus core competences y menos a trabajos necesarios pero que no aportan ingresos, pero piénsalo en función del presupuesto que le puedes dedicar.
  • Plan de Marketing y comunicación. Al igual que la administración, es externalizable, sobre todo la comunicación. Piensa en las decisiones comerciales y de marketing como un elemento principal y decide con calma niveles de precios y posicionamiento competitivo de tu empresa.
  • Plan de operaciones. Monta unos procedimientos de trabajo lo más productivos posibles, trata de que no exista tiempo desperdiciado y ser lo más ágil posible ante las peticiones de tu clientela.
  • Plan financiero. Las finanzas más básicas son ingresos menos gastos… así que plantea bien las previsiones de ventas y compón una estructura de gastos lo más flexible y ligera posible. Ten en cuenta que necesitarás una inversión inicial que cubra los activos que necesites para empezar la actividad, pero que también debe alcanzar para sobrevivir y cubrir los gastos corrientes y sueldos de los primeros meses en los que la operativa aún no está desarrollada.
  • Legalidad. También hay que decidir el tipo de empresa, desde ser autónomo hasta grandes sociedades, hay margen para decidir…
  • Plan de contingencia. Prepara siempre un plan B. Si todo lo anterior no funciona bien, que no sea tiempo perdido, seguro que se pueden adaptar algunas ideas para que el proyecto global siga adelante.

 

Por supuesto, nadie nace aprendido, y podemos tener ideas y experiencia profesional en un sector y cero formación empresarial, por lo que también sería recomendable formarse para no incurrir en errores de gestión que pudieran hacer peligrar unas grandes posibilidades de negocio. Si este es tu caso, unos meses formándote pueden hacer de tu idea todo un éxito.

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