Tempus fugit, el tiempo se nos escapa, tan cierto hoy como cuando lo dijo Virgilio hace dos mil años. Lo inevitable del envejecimiento es una verdad que muchos no podemos evitar que nos preocupe. Más aún dada la tendencia al envejecimiento de la población en la que nos encontramos. Hasta hace poco sólo podíamos esforzarnos en intentar tener un envejecimiento activo para no perder nuestra calidad de vida. Pero los avances científicos nos han traído un atisbo de esperanza. En estos últimos años estamos descubriendo las claves de la genética del envejecimiento. Y conocer las causas del envejecimiento debería permitirnos retrasarlo.
Duplicando la esperanza de vida por accidente.
Los científicos utilizan distintos animales como modelos de estudio. Son más sencillos que los humanos, pero en los procesos biológicos esenciales somos muy parecidos. Uno de los modelos de estudio utilizado es un pequeño gusanito transparente llamado C. elegans.
Hace unos años, mientras trabajaban con estos gusanitos los científicos observaron algo sorprendente. En el paso de una generación algunos de estos gusanitos pasaron de vivir 30 días a vivir 70 días. Y no sólo vivían más del doble de días. Estos nuevos gusanitos longevos estaban igual de activos a los 10 días de vida que a los 30 días de vida. Esto es el equivalente a que un hombre de 80 años esté tan activo como cuando tenía 20. En otras palabras, estos gusanitos longevos dan un nuevo significado al concepto de envejecimiento activo.
Sorprendidos, los científicos estudiaron esta nueva estirpe para ver que les hacía vivir tanto tiempo. Tras un estudio de su ADN se vio que sólo había una diferencia entre los gusanitos longevo y los normales. Una mutación en un único gen, un gen llamado daf-2.
El gen del envejecimiento daf-2.
Para los gusanitos normales daf-2 es el equivalente a un manual de instrucciones para instalar una antena. Las células leen el manual, instalan la antena, y esperan las señales que les manda el resto del cuerpo.
Esta antena recibe una señal específica, una orden dirigida a todas las células de C. elegans, la orden de envejecer.
Los gusanitos longevos tienen un manual de instrucciones mal escrito. Son capaces de construir su antena, pero ésta no funciona bien. Así que cuando llega la orden de envejecer la mitad de las veces sus células ni se enteran.
¿Cuál es la función de la señal del envejecimiento?
En humanos podría decirse que el equivalente a esta señal del envejecimiento serían las hormonas insulina e IGF-1.
Después de comer, cuando tenemos muchos nutrientes, nuestro cuerpo manda un mensaje con estas hormonas a nuestras células. El mensaje es que hay muchos nutrientes disponibles. La respuesta que se espera de los tejidos celulares es aprovechar estos nutrientes para crecer.
La pregunta es ¿Por qué la misma señal que nos hace crecer provoca nuestro envejecimiento? Y la respuesta es que estamos planteando la pregunta al revés. Lo que deberíamos preguntarnos es ¿Por qué la ausencia de la señal de crecimiento nos hace vivir más tiempo?
Poniendo en marcha los mecanismos de resistencia.
La capacidad de los seres vivos a adaptarse a su entorno es fascinante. Existe un mecanismo presente de distintas formas en los seres vivos de todo tipo. Se conoce como latencia o forma de resistencia. La latencia se pone en marcha cuando deja de haber alimento disponible en el entorno.
En general de una manera inconsciente todos los seres vivos sabemos que no hay mal que cien años dure. Por eso, podemos encontrar esta estrategia de esperar a que pasen las vacas flacas en casi todos los seres vivos. Una bacteria que se refugia dentro de una endóspora durante décadas, un caracol que es capaz de esperar sin moverse tres años hasta vuelvan las lluvias, o un oso que pasa meses dormido sin comer nada esperando que termine el invierno.
En condiciones normales este fenómeno de latencia sólo se activa cuando hay pocos nutrientes disponibles. En estas condiciones el organismo deja de enviar la señal de “todo va bien, sigue creciendo”. Pero si por una mutación esta señal es más débil el organismo tendrá una resistencia innata al envejecimiento.
La genética del envejecimiento.
Lo que nuestros amigos los C. elegans longevos han puesto de manifiesto es muy interesante. Un pequeño cambio genético hace que nuestro cuerpo piense que tiene que poner en marcha su mecanismo de resistencia, incluso si tiene nutrientes disponibles. Esto nos da pistas acerca de cómo funciona la genética del envejecimiento.
¿Por qué en las mismas condiciones y llevando un modo de vida parecido algunas personas viven más de cien años mientras que otros mueren antes de llegar a los ochenta? Ahora estamos empezando a entender que muchas de las personas centenarias tienen alteraciones en los genes que regulan su metabolismo.
Pero quizás lo más interesante que revelan nuestros estudios con C. elegans es que una predisposición genética al envejecimiento retardado no es necesaria. Ahora que conocemos que señales causan nuestro envejecimiento podemos procurar llevar una vida que nos permita evitar la aparición de estas señales y facilitar así un envejecimiento activo.
Restricción calórica y el envejecimiento activo.
Cuando comparábamos a los C. elegans mutantes con los normales los mutantes vivían el doble de días. Pero si en lugar de darles comida de sobra, les damos solamente la comida imprescindible que necesitan para sobrevivir la comparación tiene un resultado diferente. Todos los gusanitos pasan a ser longevos independientemente de si tienen mutado daf-2 o no.
Si lo pensáis tiene sentido. No importa que su antena funcione o no si no hay señal que recibir. Este mismo principio se ha observado en muchos seres vivos, incluido nosotros. Los individuos que han sobrevivido a épocas de hambrunas tienen una esperanza de vida mayor de lo normal. Eso no quiere decir que matarnos de hambre vaya a hacernos vivir eternamente, sólo nos recuerda que los excesos no son buenos.
De todas formas, esto es sólo una de las claves del envejecimiento, si queréis saber más sobre la genética del envejecimiento os recomiendo que leáis esta revisión sobre el tema.
Atención sociosanitaria.
A nivel social vivimos el envejecimiento mal, la importancia de la imagen en un mundo muy visual y conectado es cada vez mayor y nos negamos a envejecer, mientras que la tendencia poblacional es a tener sociedades cada vez más envejecidas y las personas necesiten cuidados, ya no sólo para tener una buena calidad de vida, sino simplemente para poder vivir, al llegar a ciertas edades con las capacidades físicas muy mermadas.
En este sentido, laboralmente hay muchas oportunidades de desarrollo ligadas a los procesos de envejecimiento, cuidadores, nutricionistas, fisioterapeutas y otros perfiles se están especializando en la atención a mayores para mejorar la atención sociosanitaria
Desde educadictos te queremos preguntar: ¿tú como te enfrentas al envejecimiento? ¿lo ves lejano? ¿Como una oportunidad profesional?
Escríbenos en comentarios y lo debatimos.
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